De su obra, se hizo hincapié en su labor como cineasta con vastísimo material recordando sus trabajos en Juan José Stagnaro Producciones o en "Peperina" de Raúl de la Torre (1994) y "Perón, sinfonía de un sentimiento" de Leonardo Favio (1995), hombre que da nombre a nuestro Departamento.
 
Se mostraron fragmentos de sus obras, su corto premiado Hay que Patear al Arco, su participación en MTV, TYC Sports, y algunos de los cortos de humor  que formaron parte de “Reflexiones de un Macho que se respeta” y “Reflexiones de una mente Peligrosa” realizados para Sonny Channel.
Pero sobre todas las cosas se reflexionó sobre su gran calidad como hombre de cine, su sentido del humor, su humanidad y su inigualable capacidad de transmitir pasión por lo que se hace.
 
Daniel ejercía su profesión con singular idoneidad en todas y cada una de las áreas de las artes audiovisuales. Se destacó su trabajo como docente, recordando cómo se concentraba en cada uno de sus estudiantes, con su mirada elocuente y mordaz, incentivando lo mejor de cada uno en cada área, y generando una confianza que transmitía con un carisma y fuerza inquebrantable.
 
Uno de los momentos más emotivos lo vivió Edgardo Cabeza, en cuya cátedra Villar ejercía el cargo de Jefe de Trabajos Prácticos, además de ser amigo y colega por más de treinta años, quién lo recordó  cantando Elegía, de Miguel Hernández
 
Como expresó la estudiante Marina Castagnino: “Aplaudimos su imagen y lo aplaudimos a él, porque su partida la sentimos tanto como lo que agradecemos su entrañable e inigualable labor.”
 
 
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